Dios, ha pasado tanto tiempo... Desde mi última entrada ha llovido mucho. Tengo heridas de guerra que así lo atestiguan.
Ha sido una época convulsa, de cambios y vaivenes, de idas y diretes, de retornos a sitios donde no había estado antes y fugas psicógenas a oscuros rincones de mi mente.
Me siento como el replicante aquel:
"Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad?.
Eso es lo que significa ser esclavo.Yo he visto cosas que vosotros no creeríais.
Atacar naves en llamas en el cielo de Orión.
Brillar Rayos C en la oscuridad,
cerca de la Puerta de Van Hauser.
Todos esos instantes se perderán en el tiempo,
como lágrimas en la lluvia.
Es hora de morir"
—¡¡Pero yo no quiero morir todavía!! —dijo Timmy.
—Bien, entonces no hay otra opción. Debes seguir viviendo —se contestó.
Pues lo dicho, toca seguir con la partida. Y eso nunca he dejado de hacerlo. Soy un adicto, lo admito. No pasa nada, ¿verdad? A fin de cuentas tú también lo eres.
Tu tu tuuuuu tururuuuuu turuuuu (onomatopeya de una corneta oxidada)
¡Declaración de intenciones del Excmo. Sr. Sumidero!
Se hace sabeeeer, por orden de mis santos cojoooones, a fecha de 01 de julio del 2013, Dios mediante y sin que nadie lo remedie, en pleno uso de mis facultades mentales (o de lo que queda de ellas)...
que voy a seguir viviendo como así me parezca
que soy uno y trino
que me gusta el chorizo frito y los platos de cuchara
que el teatro es lo más grande que existe, después del amor (y a veces antes)
que las almorranas escuecen pero más escuece la mentira
que los pedos con carga manchan los calzones pero aligeran el miedo
que no hay marcha atrás que valga
que estoy convencido de no saber nada a ciencia cierta
que no moriré nunca
que mis miedos levantan mis anclas
que no duermo por mantenerme despierto
y que pienso seguir atrapando la vida a dentelladas, a puñados, a pellizcos si hace falta.
He dicho.
Ya nos pondremos al día, ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario