Llevo tiempo participando en una página de internet donde, semanalmente, se concursa presentando relatos sujetos a ciertas normas. Muchas veces es simplemente incluir tres palabras que escoge el ganador de la edición anterior. Es un espacio para no profesionales, pero donde he encontrado historias muy curiosas, gente muy ingeniosa y motivación para imprimirme cierta disciplina de escritura. Pese a quien pese.
Puedo decir que me esfuerzo por alcanzar las mieles del éxito, pero que rara vez lo logro. Que me implico comentando y analizando los ejecicios de mis compañeros, con los que no siempre comulgo. Que me engancho a los puntuajes, como en uno de esos mediocres concursos televisivos, pero que no soy lo riguroso que me gustaría. Puedo decir muchas cosas, pero prefiero invitaros a conocer este lugar.
http://extravaganzia.ning.com/
Esta semana ha sido especialmente divertido, ya que hemos tenido que narrar, oralmente, el texto remitido por un compañero, cuya identidad desconocíamos, al tiempo que nuestra propia obra era leída por un ajeno. Los resultados han sido variopintos.
Os pongo el enlace a mi relato, narrado por una compañera:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Gk16ajdb3cc
Y al que yo he grabado y editado, sobre un texto que no era mío:
http://www.youtube.com/watch?v=LyH0yqKaSuk&feature=youtu.be
Interesante, sí. Veremos qué más nos depara este ejercicio de creación al que me someto semanalmente. Si os portáis bien, un día os cuento más.
Ah, por si hay algún curioso: no, no he ganado tampoco esta vez. Ni lo merecía.
Espacio para la reflexión, análisis y pajas mentales acerca de las artes escénicas en todas sus formas. Las opiniones vertidas no pretenden ser dogmas de fe. Eso lo dejo para un futuro libro. Sólo son eso, opiniones, falibles y censurables como la realidad que cuestionan.
lunes, 30 de enero de 2012
Relatos Narrados
Etiquetas:
cuento,
extravaganzia
viernes, 6 de enero de 2012
Navidad
Ya hemos despedido la NAVIDAD, blanco manto de estrellas, corazones henchidos de calidez, canciones y bailes aderezados por algún que otro gin tonic, panderetas de todo a cien, risas y buenos deseos, manos peguntosas de gominolas estrujadas, niños con manoplas, reencuentros felices, solidaridad descubierta... y miseria, y envidias, y soledades compartidas, y calcetines vacíos, y lágrimas reprimidas, y hogares sin chimenea.
Todo eso y mucho más se revela en este periodo. Para los de la farándula, la historia es igual. Si trabajas, disfrutas de ese espíritu fantasmagórico que posee a los que te rodean y que no puedes evitar que te salpique (ni quieres), pero si no trabajas... estás más "parao" que el resto del año. O eso te parece.
Yo he tenido suerte. He actuado en algunas reuniones de empresa, con SMALL CLOWN, payaseando con los zagales. Además, con grandes compañeros/as que te lo hacen todo más fácil y divertido. Ya me permito disfrutar en estos eventos, y compensa el triple.
No voy a entrar ahora en cuestiones sobre presupuestos del espectáculo, o en los niños que no han tenido regalos esta mañana. Soy consciente de eso y de más, pero hoy... hoy disfruto del recuerdo de ver esas caras iluminadas al poder saludar a Bob Esponja, a Arenita, a las mariposas (con el traje que me traían, las pobres)... y por supuesto a sus majestades (qué queréis que os diga, prefiero estos a los otros, glup).
La VERDAD, cuanto más viejo soy menos me gustan las comidas de empresa (si no es para actuar en ellas), las reuniones familiares (si no se emborracha alguna prima buenorra y hace un estriptis), y las compras compulsivas (si no soy yo el destinatario), pero... cada vez disfruto más chomineando con los niños. Y no, no es que me esté metiendo en mi próximo papel en teatro (de pedófilo, en Hamelin), es que soy así de encantador y candoroso.
Ya hablaremos de otras cosas en otros momentos. Hoy, toca magia.
Todo eso y mucho más se revela en este periodo. Para los de la farándula, la historia es igual. Si trabajas, disfrutas de ese espíritu fantasmagórico que posee a los que te rodean y que no puedes evitar que te salpique (ni quieres), pero si no trabajas... estás más "parao" que el resto del año. O eso te parece.
Yo he tenido suerte. He actuado en algunas reuniones de empresa, con SMALL CLOWN, payaseando con los zagales. Además, con grandes compañeros/as que te lo hacen todo más fácil y divertido. Ya me permito disfrutar en estos eventos, y compensa el triple.
Y por otra parte, de nuevo gracias a mi jefe en esta empresa, y amigo, he cumplido un sueño. ¡He salido en la cabalgata de los REYES MAGOS! Puede sonar un poco cursi, pero creo que soy más consciente que muchos, por mi trabajo "de verdad", de las grandes diferencias que se resaltan en este periodo como marcadas con neones multicolores; pero también, quizás por eso, disfruto con las sonrisas de los niños, que tienen en muchos casos grandes momentos en Navidad.
No voy a entrar ahora en cuestiones sobre presupuestos del espectáculo, o en los niños que no han tenido regalos esta mañana. Soy consciente de eso y de más, pero hoy... hoy disfruto del recuerdo de ver esas caras iluminadas al poder saludar a Bob Esponja, a Arenita, a las mariposas (con el traje que me traían, las pobres)... y por supuesto a sus majestades (qué queréis que os diga, prefiero estos a los otros, glup).
La VERDAD, cuanto más viejo soy menos me gustan las comidas de empresa (si no es para actuar en ellas), las reuniones familiares (si no se emborracha alguna prima buenorra y hace un estriptis), y las compras compulsivas (si no soy yo el destinatario), pero... cada vez disfruto más chomineando con los niños. Y no, no es que me esté metiendo en mi próximo papel en teatro (de pedófilo, en Hamelin), es que soy así de encantador y candoroso.
Ya hablaremos de otras cosas en otros momentos. Hoy, toca magia.
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Cabalgata Reyes,
Small Clown
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